¿Y qué pasa con las afirmaciones? Escribo afirmaciones, las repito cada día, las pego en post-its en el espejo del baño o en la pantalla de mi computadora… Lo mismo: Las afirmaciones son una ayuda en el camino al logro de resultados y funcionan cuando se acompañan con acciones.  También es importante aprender a utilizarlas correctamente.

Las afirmaciones nos ayudan a desarrollar una mentalidad positiva y pueden funcionar porque tienen la capacidad de motivar, mejorar el estado de ánimo y ayudarnos a alcanzar metas.

Un cerebro positivo es más productivo que un cerebro estresado, neutro o negativo. La dopamina que irriga el cerebro cuando es positivo hace que se activen los centros del aprendizaje, permitiéndole adaptarse al entorno de manera diferente. El problema es que tu cerebro no sabe diferenciar entre las cosas que te ocurren y las cosas que pensás.  Para tu cerebro todo es información.  Pensamientos negativos y dramáticos y preocupaciones hacen que tu cerebro crea que estás enfrentando una amenaza y rápidamente libera hormonas del estrés en forma masiva.

Si queremos cambiar nuestras vidas podemos educar nuestro pensamiento y hablar de manera positiva.  Date cuenta de que cada queja es una afirmación de algo que no querés en tu vida. Es fundamental enfocarte en lo que sí querés.

Por ejemplo, en vez de decir “no quiero estar enfermo” afirma “tengo buena salud”.  También es importante que siempre realices tus afirmaciones en tiempo presente. Por ejemplo, empezando de este modo: «Tengo…» o «Soy…»; si decís «Voy a…» o «Tendré…», tu pensamiento se sitúa en el futuro. Otro error es repetir afirmaciones positivas cuando en realidad estás pensando que no van a funcionar o que son una estupidez.

Cuando más elijas tener pensamientos que te hagan sentir bien, con mayor rapidez funcionarán las afirmaciones. Resulta más fácil pensar en afirmaciones positivas cuando te sentís bien.  El gran secreto es ser consciente de tus pensamientos y elegir tener pensamientos felices reemplazando la negatividad.  ¿Qué pensamientos te hacen sentir bien?.

Cuando seas consciente de un pensamiento negativo, pensá que ese es un pensamiento antiguo y decidí sustituirlo por otro pensamiento positivo lo más rápido posible.

Algunas afirmaciones que podés comenzar a utilizar ya son: ¡Puedo hacer cambios positivos en mi vida!  ¡Puedo lograrlo!