El Poder Como Recurso Para Vivir En Plenitud

QUE ES EL PODER

En un sentido amplio, el Poder se refiere a la capacidad de emprender acciones y llevarlas a cabo. El poder en sí mismo no es bueno ni malo, lo que determina nuestra valoración sobre el poder es la manera de ejercerlo, los valores puestos en juego, el propósito que mueve a la acción.  

PODER PERSONAL

Todos nacemos con el poder personal para ser creadores de nuestra propia vida. Y esto elegiendo conscientemente aquello que deseamos vivir o experimentar. Cuando sentimos que no tenemos ese poder para modificar aquello que consideramos que no funciona en nuestra vida sentimos que nuestra energía se debilita y puede afectar nuestra salud física y mental. Por el contrario, cuando expresamos quienes somos plenamente estamos repletos de poder. Estar así depende exclusivamente de nosotros y de lo que estemos dispuestos a invertir en nuestro desarrollo personal.  

LAS FUENTES DE PODER

Nuestro poder puede ser que provenga de lo aprendido, de las experiencias vividas, de la autoridad que detentamos en algún ámbito de nuestra vida, de habilidades o talentos, de nuestros sueños, de nuestros valores, de nuestra capacidad de inspirar, de nuestra empatía. ¿De dónde proviene tu poder?   Sentirnos más poderosos y capaces de lidiar con la adversidad puede ayudarnos a traspasar el momento y vivir mejor.   Conocer nuestras fuentes de poder para identificar nuestros puntos fuertes y también aquellos en los que podemos mejorar nos fortalece.    

Cuerpo: la energía vital que aporta el cuerpo nos permite movernos, conectar con el mundo a través de los sentidos, relacionarnos, comunicarnos y entrar en acción. 

Necesita alimento, agua, movimiento, higiene, descanso, chequeos, música, aromas, posturas, entre otros cuidados para mantenerse saludable ¿Cómo nutrís tu cuerpo? ¿Qué cambios podrías introducir para un mayor bienestar y cuidado de esta fuente de poder?  

Palabras: a las palabras no se las lleva el viento, con ellas podemos construir o destruir, abrir posibilidades o anularlas. La manera en que nos hablamos puede ser fuente de bienestar o sufrimiento, fuente de poder o debilidad. La manera en la que le hablamos a los demás puede afianzar o destruir las relaciones. Si nuestro vocabulario es pobre y pesimista así será nuestra vida. 

En nuestras palabras, que provienen de nuestros pensamientos reside una fuente de poder ¿Qué palabras utilizás con mayor frecuencia?  ¿Usas las mismas palabras cuando le hablas a los demás y cuando hablas con vos? Empecemos a cuidar la manera de hablarnos y de hablarle a los demás, usemos palabras para potenciar y no para debilitar, para sostener la posibilidad y no para sucumbir ante la adversidad. Generá el hábito de hablar de tus logros, de lo que tenés y agradecés, de lo que amás.  

Emociones: las emociones nos predisponen y condicionan nuestras posibilidades de acción y nuestro comportamiento. Es importante saber que siempre podemos elegir la actitud ante cada circunstancia.

Pero si nuestras emociones son confusas, actuamos por impulso o tendemos a negar o reprimir las emociones podemos acudir a un profesional y gestionar las emociones. Cuando dejamos que otros o las circunstancias controlen nuestro estado emocional, estamos entregando nuestro poder. ¿En qué emociones te encontrás habitualmente? No es lo mismo habitar la tristeza, el enojo, el resentimiento o agobio que emociones la alegría que funciona como combustible.  

Responsabilidad: es la capacidad de elegir qué hacer y cómo responder ante las circunstancias que se nos presentan, dejando de lado el hábito de justificar con excusas nuestro comportamiento o los resultados.

Las excusas nos calman en el momento, pero nos dejan inmovilizados en el mismo lugar. ¿En qué sentís que permaneces inmovilizado? Cuando asumimos una actitud responsable nos comprometemos con el movimiento natural de la vida que es evolucionar y crecer.  

Acciones: asumir nuestro poder de acción, es atrevernos a tomar decisiones y hacernos responsables de las consecuencias. Para ello necesitamos enfoque, claridad de propósito, organización, un plan. 

Saber lo que queremos y ponernos objetivos en positivo acelera los resultados.  Recordemos que la mente atiende aquello a lo que ha decidido darle importancia, por eso una mente serena y enfocada encuentra oportunidades cuando se presenten. ¿En qué estás enfocando tu mente? Podés conocer más sobre poder de elegir y decidir.  

 NUESTROS PODERES CON LOS QUE CONTAMOS

 

El poder de escuchar: es tan importante escuchar a otros como a nosotros mismos.

Es vital escuchar y atender nuestras inquietudes, necesidades y deseos, nuestras emociones, las señales de nuestro cuerpo y nuestro ritmo. No hacerlo nos pasa factura. Escuchar a los demás, es un arte que se puede aprender y entrenar.  Cuando escuchamos a otros comprometidos en comprender emocional como intelectualmente, aunque no estemos de acuerdo, aumentamos las posibilidades de lograr acuerdos, aprender, resolver y crear mejores oportunidades para nosotros y para los otros. ¿Para qué vas a utilizar este poder, para tener razón o en descubrir otras posibilidades?  

El poder de expresar: cuando nos expresamos existimos, nos damos a conocer, algo de nuestro interior sale.

Cuando contenemos en nuestro interior palabras, sentimientos o emociones presionan por salir. Lo no dicho buscará la forma de mostrar que está ahí, tal vez con algún dolor o síntoma en nuestro cuerpo o afectando nuestras relaciones. Muchas veces reprimimos nuestro poder de expresarnos por vergüenza, miedo, culpa u otros sentimientos. ¿En qué vas a utilizar este poder, en desarrollar tu capacidad de expresión o en callar y reprimir lo que puja por salir?   

El poder de “romper el molde”:  muchos líderes y personas que realizaron cambios fueron juzgados de insensatos según los parámetros culturales imperantes, o no contaron en sus inicios con la aprobación y apoyo de los demás.

¿En qué vas a utilizar el poder, en intentar que los demás cambien de opinión o en cumplir tus sueños?  

El camino del poder personal se construye fundamentalmente invirtiendo en vos, en autoconocimiento y autocuidado. Si te interesa fortalecer o recuperar tu Poder Personal para que puedas elegir conscientemente tu calidad de vida independientemente de tus circunstancias, te invito a probar el Coaching. Reservá tu sesión.

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