Pasos para activarte y lograr lo que te proponés

Para obtener resultados es importante activar la propia magia que es la acción.

 

 

“Lo que diferencia a los que cambian al mundo de los que no, no son las ganas, tampoco las ideas, son las acciones” Anxo Pérez

Todos tenemos la capacidad de generar ideas, sin embargo, la mayoría de las ideas no pasan de ahí. Podemos tener la intención de mejorar o de progresar, pero si no llevamos a cabo las acciones para lograrlo, nos quedaremos atrapados en una ilusión.

La principal diferencia entre los que logran resultados superiores y los que no los consiguen es que los primeros están fuertemente inclinados a la acción. Tienen una idea y la ponen en práctica inmediatamente. 

Hay personas a las que les encanta anotar cosas y hacer planes, pero nunca accionan y otras que saben mucho, se la pasan estudiando y se capacitan, pero no llevan nada a la práctica. No acumules información para almacenarla. Si fuiste a aprender a conducir, conducí. Si hiciste un curso para aprender idioma, hablalo. Es la acción la que da vida al aprendizaje y es la que conduce a la comprensión y asimilación de la información.

 

 

Nuestra fuerza está en la acción

Haciendo ganamos experiencia y con ello fortalecemos la autoconfianza.  Las acciones tienen el poder de confirmar o desmentir las palabras.

Como dijo Ralph Waldo Emerson “Tus actos hablan tan alto que no puedo escuchar lo que dices”.

Todo inicia con el primer paso y siempre hay un paso que podés dar de inmediato. Empezar un proyecto, tomar la iniciativa, arriesgarte.

Podemos pasar años dándole vueltas a una idea, pero la magia se desencadena con el primer paso. No te detengas a esperar el momento perfecto, o tenerlo todo claro, no pierdas tiempo en pretender asegurar todos los detalles. El mayor enemigo de la acción es la perfección. Solemos pensar, optimizar y actuar y el orden es al revés: pensar, luego actuar y recién ahí podremos optimizar. No se puede mejorar lo que aún no existe.

La acción tiene la capacidad de transformar nuestros pensamientos. En acción podemos observar, entender, sumar experiencia e interactuar.  Accionar nos desbloquea porque iniciamos el camino, ganamos experiencias y aprendizajes, nos acerca a nuestros objetivos, nos genera optimismo porque convierte deseos en resultados reales, y el logro de resultados aumenta la motivación. Es un círculo virtuoso.

 

 

Ideas impulsoras de la acción

LA PREVIA MARCA EL RUMBO:

Es imprescindible ser meticulosamente específicos en la descripción del objetivo, los plazos para concretarlos y los indicadores de seguimiento y logro.

Necesitamos saber con claridad qué queremos conseguir porque eso nos fija la dirección y el rumbo de nuestras acciones.

Cuando tenemos un plan, pasar a la acción es sencillo: Fijar objetivos claros y específicos, con cantidades y fechas.

Invertir en la previa es jugar a ganar.

 

AL INICIO VELOCIDAD DE CRUCERO:

Al fijar objetivos podemos sentirnos abrumados. La clave es no sobrecargarnos: comenzar con acciones simples y fáciles de cumplir.  Generar nuevos hábitos que nos acerquen al objetivo. Eliminar alguno que nos esté alejando.

Eso nos permitirá avanzar de a poco ganando confianza y así aumentaremos la motivación. Exigirnos de entrada puede llevarnos a abandonar. Al comienzo es tentador querer hacerlo rápido y no vemos lo importante que es demostrarnos que somos capaces de mantenernos en acción.

Primero necesitamos asegurar regularidad y recién después avanzar al siguiente nivel. No sabemos de lo que somos capaces hasta que lo intentamos.

 

SEÑALES DESPERTADORAS:

Son hechos concretos que elegimos y nos aportan claridad de cuando llega el momento para entrar en acción sin demora y cumplir de objetivos.

Te doy algunos ejemplos: la salida del trabajo, despertarte a la mañana, la ducha, el desayuno, la entrada de tus hijos a la escuela, la cena, tu llegada a casa. Puede ser cualquier hecho que suceda con regularidad y que sea predecible.

Es imprescindible que no haya nada, ninguna actividad entre el despertador y la acción, la acción deber ser inmediata. La función del despertador es eliminar la pereza y marcar un punto de inicio claro e innegociable.

 

SIN INTERRUPCIONES:

Cuando fijamos objetivos solemos determinar el objetivo óptimo, que puede parecernos desafiante y difícil de alcanzar. La clave es determinar un segundo nivel por debajo del óptimo, que nos fije un piso fácil de alcanzar.  Ese mínimo no negociable. Debe ser tan fácil de cumplir que no habrá excusas que justifiquen el incumplimiento.

Por ejemplo, si tu objetivo es salir a correr 45 minutos y el mínimo no negociable es 10 minutos, el día en que te encuentres más desganado correrás esos 10 minutos sin falta.

Es la garantía de accionar sin interrupciones. No rompas la constancia ni un solo día. Te sugiero llevar un registro de seguimiento, ese registro visual puede resultar poderoso.

Mientras nos mantengamos en acción y fluctuando entre ambos niveles -óptimo y mínimo no negociable- nuestro avance estará garantizado.  Querer superar el óptimo resultará abrumador y generará altibajos y por contrario permanecer por debajo del mínimo es ubicarnos a un paso de abandonar.

 

 

CELEBRACIÓN:

Celebrar implica un refuerzo positivo que nos impulsa a seguir adelante. A medida que avanzamos logrando metas es fundamental regalarnos el placer de celebrar y reconocer que lo merecemos.

Te sugiero planificar cómo vas a celebrar y con quien te gustaría compartir esa celebración, o tal vez un momento solo para vos, para conectar con la sensación de realización y felicidad que te impulsará a continuar avanzando.

 

COMENZAR REQUIERE TERMINAR:

Comenzar diciendo “lo haré” y comprometerte a no desistir hasta lograrlo.  Al caer en el hábito de ir dejando las cosas a medias vamos acumulando malestar y soportando el peso del recordatorio constante de lo que está pendiente.

Si bien es cierto que a veces influyen circunstancias externas, en la mayoría de las ocasiones tiene que ver con nosotros mismos y el no haber generado el hábito de dar nuestro mayor esfuerzo.

Ante la pregunta ¿Cuánto tiempo más debería seguir trabajando para lograr mis sueños? La mejor respuesta es “el que sea necesario”.

“Solo hay dos errores que se cometen en el camino a la verdad: No empezar, y no llegar hasta el final”. Buda

Quizás te equivoques haciendo, sin embargo, el aprendizaje de esa experiencia suma como un paso más en la dirección que elegiste y aunque necesites un tiempo para recuperarte y volver a intentarlo, habrás sumado fortaleza y sabiduría.

No hay forma de que puedas perder así que ¡Adelante!.