PAUTAS PARA RECUPERAR LA CALMA

  

NUESTRA ACTITUD ANTE LA VIDA

 

Tenemos la posibilidad de afrontar la vida desde distintos lugares. Elegir el que más te beneficia está en vos:

La omnipotencia: significa ponernos el traje de superhéroe, yo puedo solo y puedo todo; no necesito ayuda ni consejos porque puedo todo.

En el otro extremo, está la impotencia: es el rol de víctima de las circunstancias en el que necesito de todo el mundo porque no tengo ningún recurso.

¿Cuál es el término medio más saludable? La potencia o fortaleza de reconocer nuestros recursos, capacidades y debilidades. La potencia es saber que hay cosas que podemos hacer y hay cosas que no. Si quiero cambiar algo y aún no sé cómo hacerlo, siempre puedo aprender o pedir ayuda.  

 

 

LA CLAVE PARA GESTIONARNOS CONECTAR CON LOS SENTIDOS

 

Todos tenemos la capacidad de reconocer las causas que nos generan malestar, tensión y estrés y también la forma habitual que tenemos de responder ante estas situaciones. Ese es nuestro tesoro.

En la medida que más conocimiento tenemos de nosotros mismos podemos aprender a desarrollar e implementar las estrategias adecuadas para recuperar la calma con rapidez y recargar energía.

 

GENERAR HÁBITOS SALUDABLES PARA ESTAR EN CALMA

 

Cuando sentimos malestar es habitual querer escapar de la situación o reaccionar. Lo ideal es expresar nuestras emociones y abrir espacios donde podamos descargar tensiones y recibir un suministro de energía. Siempre tenemos el poder de elegir cómo sostener el equilibrio de manera consciente, acá comparto algunas formas:

 

·        Actividad física: el ejercicio es terapéutico, está comprobado que hacer deporte libera dopaminas y endorfinas, conocidas como hormonas de la felicidad. Al movernos ya sea caminando, corriendo, andando en bicicleta, bailando o nadando permitimos que nuestro cuerpo consuma el estrés de manera saludable. 

·       Técnicas de relajación: Lo ideal es destinar entre 10 y 20 minutos al día practicando la técnica considerando las preferencias personales, condición física, necesidades y manera habitual de responder al estrés. Te menciono algunas de ellas: respiración profunda, meditación, mindfulness o conciencia plena, yoga, taichi. Salir a tomar contacto con la naturaleza es de las actividades más relajantes que existen.

·       Espacios sagrados: desarrollar la espiritualidad, compartir con seres queridos, hacer ejercicio, estar a solas con nosotros mismos, son espacios que podemos comparar con un disyuntor. De la misma manera que un disyuntor evita la sobrecarga de electricidad, esos espacios nos permiten gestionar las tensiones diarias de forma efectiva sin estresarnos.  Cuidar y mantener nuestros espacios sagrados debería ser prioridad.

·       Expresar con autenticidad: nuestra felicidad depende en gran medida de cómo expresamos nuestras emociones y sentimientos. Hacerlo de una forma saludable y a conciencia, sin herir a nadie ni a nosotros mismos, cuidando las relaciones es importante. Esto implica considerar el tono de voz, los gestos y postura corporal acorde a lo que decimos. 

·        Fluir: es estar inmerso en lo que estemos haciendo y se logra con cualquier actividad que hagamos con concentración, que sea desafiante y nos permita observar que es posible mejorar de manera constante: deporte, carrera profesional, educando a los hijos, con la pareja, a través de la lectura, la música. Cultivar hobbies que nos permitan mantenernos concentrados y entretenidos es una excelente manera de fluir y despertar habilidades dormidas. La mente se relaja cuando hacemos algo que nos gusta y nos permite bajarle el volumen a los problemas. Para conseguir una actitud flow sólo necesitás creatividad para ponerte desafíos, disciplina para completarlos y concentración para que la actividad te absorba completamente.

·        Aceptar y soltar: cuando guardamos enojo, resentimiento, tristeza y dolores en nuestro interior somos como prisioneros de nosotros mismos. Desarrollar el hábito de reconocer que lo que pasó, pasó, aprender a pasar la página y dejarlo atrás, nos permite cerrar el ciclo y seguir avanzando. Aceptar y soltar no significa olvidar ni estar de acuerdo con lo que haya pasado. Perdonar no es encontrar excusas para el daño que sufrimos, ni implica la necesidad de reconciliarnos con la persona que causó el daño.  Aceptar, perdonar y soltar da un tipo de paz que ayuda a vivir una vida más plena.

·        Satisfacciones diarias: no es necesario esperar a las vacaciones o al fin de semana para generarnos placer y disfrute que nos ayuden a relajarnos y llenarnos de energía. Mimarnos, atendernos y valorarnos no solo está bien, sino que es necesario. No hace falta gastar mucho dinero, detalles sencillos aportan una gran dosis de bienestar. ¿Sabes cómo estás y qué necesitas? solo respondiendo con sinceridad a esta pregunta podrás poner en marcha acciones para sentirte mejor.

·       Cultivar afectos: contar con un colchón afectivo nos otorga la satisfacción de compartir experiencias y emociones, sentirnos seguros y confiados, dar y recibir apoyo. Necesitamos un espacio de intimidad afectiva en el cual abrir el corazón y contarle a alguien lo que nos pasa.  Hay personas que funcionan como “pararrayos” que ayudan a llevar a tierra angustias y malestares. Fuimos diseñados para vivir en plenitud y socializar, asumiendo múltiples roles que llenen nuestra vida de alegría para compartirla con los demás ¿cómo cultivas tus afectos?

Nuestra vida es valiosa, es fundamental cuidarnos a nivel físico y emocional y descargar tensión y estrés acumulados a diario.

 

Empezá ya

 

¿Qué hábitos vas a poner en acción en las próximas 24 horas?  ¿Y en las próximas semanas?

¿Con quién o quienes compartirás la experiencia?

 

HABITOS SALUDABLES

¿QUÉ VAS A HACER?

ACTIVIDAD FÍSICA

 

TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

 

LUGARES O ÁMBITOS SAGRADOS

 

EXPRESAR CON AUTENTICIDAD

 

FLUIR

 

ACEPTAR Y SOLTAR

 

SATISFACCIONES DIARIAS

 

CULTIVAR AFECTOS