“Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor”. Albert Einstein

Como seres humanos sentimos y nos relacionamos desde nuestra energía, que responde a nuestros patrones automáticos, sin embargo, tenemos la capacidad de elegir la energía adecuada en cada momento reconociendo los puntos fuertes de cada una:

Aire

Flexibilidad.

El aire es el elemento encargado del pensamiento, las ideas y la palabra. Representa la capacidad de movimiento, de andar y no detenerse. Nos da libertad, liviandad, desapego, perspectiva, curiosidad.

Su poder se basa en expandir tu magia, descubrir tus sueños.

Es la energía del visionario que se apoya en tu curiosidad y tu gusto por el riesgo y con tu imaginación podés explorar fuera de tu zona de confort y descubrir qué funciona mejor.

La mejor práctica que podemos hacer para conectar con esta energía es poner consciencia en la respiración.

Fuego

El fuego nos trae fuerza, valentía y coraje.

Es la energía de la acción que nos motiva a avanzar. Nos da el impulso para buscar nuevos caminos, enfrentar nuevos retos, no temer a los cambios y confiar en el poder de transformación de cada vivencia. Nos conecta con vitalidad, pasión, entusiasmo, fuerza, voluntad, iniciativa.

Su poder es la intensidad que nos permite dirigirnos hacia nuestra visión con coraje y entusiasmo para afrontar los imprevistos del camino.

Se trata de encender tu llama, elegir un objetivo desde tu espíritu competitivo, e ir con determinación impulsandote a cumplirlo

Ponerte bajo una fuente de luz o de fuego y hasta el sol te conecta con esta energía.

Agua

El agua representa la adaptabilidad, la capacidad de fluir con las situaciones, la flexibilidad para movernos sin resistencia.

Son las emociones, los sentimientos, los sueños y la intuición. Cuando somos capaces de fluir con las emociones, no nos ahogamos en ellas.

Es la diversión y el encanto de compartir que te permite disfrutar el encuentro, encontrar tu tribu.

Manejarte desde tu templanza te permite ser buen colaborador si generas un clima divertido en donde se pueda y sociabilizar.

Podés conectar mejor con esta energía con una buena hidratación, o llevándote bajo el agua, nadando o con un simple baño o ducha.

Tierra

La tierra representa la identidad, la estructura, es el territorio interior que habitamos y nos da seguridad.

Representa la nutrición, la protección, la estabilidad, la disciplina.

Se trata del poder de materializar, concretar y pasar a la acción. Es la practicidad, la paciencia y la búsqueda de lo concreto. 

Tu estabilidad te permite vivir con trascendencia y forjar tus hábitos porque sos organizado, disciplinado, ideal para agendar, planificar y hacer seguimiento.

Podés conectar con esta energía caminando descalzo sobre tierra, hierba o arena.

Tu centro de equilibrio

Volver al centro permite sintonizar la energía optima en cada momento para expresarte con libertad, y asi incrementar la posibilidad de logro

Estar en conexión con nosotros y nuestras necesidades a cada momento, es lo que nos permite permanecer presente, comprometido para conectar con nuestras metas y los pasos que debemos dar para lograr lo que queremos.