4 PAUTAS PARA DETECTAR QUE NECESITAS CAMBIAR ALGO EN TU VIDA PARA ESTAR BIEN

Pocas personas están dispuestas a realizar cambios radicales en su vida. En general permanecemos como adormecidos en nuestra rutina esperando que algo mejore, que nos llegue una buena racha, que alguien nos rescate o cualquier otra historia que nos contamos para seguir soportando. Pero, cuando nos hartamos de nuestras debilidades y miserias comienza una búsqueda de libertad, nos proponemos mejorar, y aquí la clave está en saber que cualquier cambio es posible si nos comprometemos y enfocamos nuestra energía en lograrlo.     

Las 4 pautas para saber si necesitas un cambio para mejorar tu vida

 

Indicador n1: Insatisfacción

Sentir insatisfacción es no estar a gusto y respondiendo a un sentimiento, deseo o necesidad, y nos permite darnos cuenta en qué tenemos que trabajar para encontrar el equilibrio entre necesidad/satisfacción.    Te dejo algunos ejemplos:

  • Carencia-Plenitud
  • Deseo-Obtención
  • Miedo-Seguridad
  • Depresión- Alegría de vivir
  • Ausencia- Presencia
  • Pobreza-Riqueza
  • Preparación- Acción

   

Indicador n2: Tu cuerpo

Nuestro cuerpo nos ofrece alertas cuando no está satisfecho, que pueden manifestarse como cansancio, fatiga y malestar. Si a pesar de sentirte mal seguís como sin nada pasara, es posible que ese malestar aumente o que termines acostumbrándote a esa sensación y pases el resto de tu vida en un estado de cómoda y conocida infelicidad.  El cuerpo funciona como un altavoz del malestar emocional, que de forma consciente o inconsciente solemos silenciar.   Te dejo algunas señales a considerar:  

  • Problemas para conciliar el sueño.
  • Cansancio, falta de energía.
  • Contracturas y dolores.
  • Alteraciones en el proceso digestivo.

   

Indicador n3: Tu corazón

Nuestro corazón nos habla a través de la intuición que es nuestra voz interior y nos conecta con nuestras emociones. Te dejo algunas señales:

  • Sentís un vacío, que te falta algo y no sabes el qué.
  • Ya nada te ilusiona, sentís apatía.
  • Vivís la mayor parte del tiempo en piloto automático, o sentís que no disfrutás.
  • Lo que hacés ya no te llena como antes.
  • Envidias la vida de otros. La envidia puede impulsarte a conseguir aquello que aún no has logrado y la otra persona sí.

   

Indicador n4: Señales del Universo

Le llamo así a esas coincidencias o sincronías, instantes en que estabas buscando alguna respuesta y por casualidad te llega a través de un libro, un video, una situación en la que descubrís una pista que te ayuda a navegar por la vida o tomar una decisión, porque ayudan a cambiar el foco del problema hacia los aprendizajes para gestionar mejor la situación. No se trata de obsesionarnos buscando señales por eso te sugiero prestar atención a dos tipos de eventos concretos:

  • Sincronicidad: cuando aparece algo en tu vida varias veces en poco tiempo o cuando llega a tu vida algo que está íntimamente relacionado con un tema importante que ocupa tu cabeza en ese momento.
  • Sustos, fracasos y malas noticias: ante este tipo de eventos la clave está en preguntarnos ¿Será esto un mensaje que me invita a cambiar algo o a aprender algo?

     

Decidir cambiar

  Atrevernos a dar un paso en otra dirección a la que nuestro cerebro se encuentra acostumbrado requiere dejar de movernos en piloto automático y empezar a movernos con consciencia, eligiendo y decidiendo por aquello que nos provoca bienestar y felicidad.  Nuestro desarrollo y crecimiento, ya sea personal, laboral o espiritual tiene dos puntos claros: nuestra ambición por saber dónde queremos llegar y qué tan bien queremos estar.    Una vez iniciado el camino la clave es avanzar comprometidos, enfocando la atención y reconociendo nuestro crecimiento y así los cambios logrados, además de celebrar los avances.  Es importante no compararnos con nada ni con nadie, salvo con nuestros propios parámetros.      

Algunas advertencias para asegurar tu cambio

  • Es muy probable que, al iniciar un proceso de cambio experimentes dificultades. Nuestra mente hará todo su esfuerzo en mantenernos en el mismo lugar conocido, aunque incómodo o insatisfactorio, con la intención de evitar que entremos en territorios desconocidos y nos enfrentemos a la incertidumbre, a no saber si valdrá la pena el esfuerzo de cambiar. 
  • Es habitual que vengan pensamientos como ¿no te estarás equivocando? ¿estás seguro/a?  Ese ruido mental al que estamos acostumbrados nos retiene en la indecisión e inacción.
  • Es común desarrollar vicios en los que quedamos atrapados como permanecer enredados en relaciones conflictivas.
  • Permanecer pasando desapercibidos, sin dejar huella porque no logramos superar nuestros miedos. 
  • Tener pensamientos que nos provocan sufrimiento, generando emociones como la ansiedad, la culpa, la tristeza, la exigencia… que nos cierran posibilidades.  

  La vida está llena de altos y bajos, y es precisamente eso lo que nos permite darnos cuenta del contraste y valorar, saber que podemos crecer y superarnos. A veces esa alerta puede manifestarse como aburrimiento, apatía, tristeza, enojo, estrés o alguna enfermedad. En ese momento necesitamos parar y preguntarnos ¿Es esto lo que quiero? ¿Qué me hace feliz?  

 ¿Cuál es el camino que te gustaría empezar? ¿Qué querés lograr en tu vida?
 
En esta nota están los pasos para tu transformación