PILARES PARA CONEXIONES MAS HUMANAS
Este ha sido un año que nos ha desafiado rompiendo estructuras, empujándonos a cambios inesperados e incertidumbre. Afrontar situaciones que nos gustaría evitar por miedo a sentir, puede ser difícil pero siempre podemos salir fortalecidos y constituir las bases para llevar una vida con propósito, sosteniendo relaciones significativas.
Nuestra capacidad de conexión nos hace más humanos. Y ser mas humanos se basa en tres aspectos, que contribuyen a crear armonía, equilibrio y respeto y que considero que este 2020 nos invitó a desarrollar.
Vulnerabilidad
Somos humanos, no superhéroes como solemos creer.
Aceptar que no tenemos todas las respuestas, que necesitamos pedir ayuda, que a veces nos sentimos desorientados, que hay situaciones en las que no podemos controlar ni planificar y en las que las emociones nos desbordan y no logramos gestionarlas como quisiéramos.
Aunque intentemos evitarla porque incomoda y nos expone, sentirnos vulnerables no es una elección, es algo que simplemente sucede. Podemos elegir cómo responder de manera que nos sirva para conectar con los demás y con nosotros mismos.
¿Crees que la vulnerabilidad es una debilidad o una fortaleza?
· Una persona que no teme a su vulnerabilidad estará más preparada para hablar de sus dificultades, pedir ayuda, compartir sus dudas o preocupaciones y aprender de lo que los demás pueden ofrecerle.
· Por el contrario, una persona que cree que ser vulnerable es sinónimo de debilidad, inseguridad o incapacidad tendera a esforzarse por ocultarlo. Aceptar la vulnerabilidad como una fortaleza no quiere decir que tengamos que afrontar la vida desde la total desprotección, contando indiscriminadamente todos nuestros miedos, inseguridades y sentimientos a los demás; es importante que primero exista una cierta reciprocidad con la persona, que establezcamos límites y que haya confianza.
Te comparto una charla TED de Brene Brow que nos enseña a reconocer el poder de la vulnerabilidad:
Empatía
La empatía nos facilita reconocer que nada de lo que digamos o hagamos en ese momento puede cambiar lo que la persona está sintiendo, que necesita que comprendas su sentir y acompañes con tu presencia, haciéndole saber que estás ahí para lo que necesite. Es una conexión en la que habla el corazón y muchas veces las palabras sobran.
Nos ayuda a conectar con las vivencias de los demás de manera auténtica. La podemos entrenar desarrollando escucha activa, el respeto, el entendimiento, la sensibilidad para comprender el mundo emocional. Requiere una actitud de apertura mental y emocional.
Aconsejar lo que el otro debería hacer, consolar intentando minimizar o controlar lo que la otra persona está sintiendo (ya pasó, no deberías estar triste), hablar de lo que te pasó a vos o a otro porque igual o peor, intentar que el otro vea un aprendizaje en esa experiencia…no es empatía. Todas estas conductas que hacemos con la mejor intención generan desconexión.
Te dejo un video que lo explica en menos de tres minutos
Compasión
Es mirar el sufrimiento desde el amor, y no o desde el miedo, ni la lástima.
La compasión es un deseo profundo que nace en nuestro interior con la intención de que el sufrimiento termine y todos los seres sean felices. Requiere conectar a nivel emocional y nos expone a sentir nuestra vulnerabilidad.
Podemos apoyarnos es 3 pilares:
· Bondad amorosa por uno mismo y por los demás: ser amables ante situaciones dolorosas, y no enojarnos cuando la vida no está a la altura de los ideales establecidos. Cuidar la salud física y emocional.
· Humanidad compartida: reconocer que el sufrimiento y el sentirnos inadecuados son sentimientos que todos experimentamos. Soltar el creer que solo me pasa a mí.
· Atención plena: aprender a observar los pensamientos y sentires tal como son, sin intentar reprimirlos o negarlos, sin clasificarlos como buenos o malos.
Te dejo una animación sobre la compasión que me encantó
Atrevernos a entrenar nuestra capacidad de conexión es una oportunidad de crecimiento y aprendizaje individual y colectivo. ¡Atrévete a experimentarlo!