Pautas para hacer tu vida el proyecto más importante
Somos los creadores de nuestro destino, la historia pasada de decisiones y de acciones da cuenta de nuestro presente, pero no define el futuro. El futuro es el resultado de lo que estás haciendo hoy. No podés cambiar adonde fuiste, pero podés cambiar adónde vas.
Te invito a reflexionar: ¿Qué cosas no querés repetir? ¿De qué errores aprendiste? ¿Qué querés lograr?
Construir un proyecto de vida y hacerlo crecer nos permite alimentar una vida plena de significado, aunque no exenta de desafíos y dificultades.
Sin proyecto ¿qué sentido tiene lo que hacés? ¿en qué te vas a enfocar? ¿cómo vas a saber a qué darle prioridad? ¿cómo vas a decidir qué es lo importante? Es posible que sin propósito, por más cosas que consigas, sientas vacío en tu interior.
Te propongo iniciar el nuevo año con la actitud de ver la vida como una aventura. Una aventura como un viaje de descubrimiento para alcanzar metas no conseguidas o hacer algo de una manera nueva y diferente a como se hizo antes.
¿Te imaginás como sería incorporar un estilo de vida aventurero, ya sea en tu desempeño profesional o en cualquier ámbito de tu vida?
Acá te dejo algunas pautas para definir tu 2022 aventurero:
Construir una visión que te motive lo suficiente para continuar ante las adversidades y marcarte pequeñas metas diarias que den cuenta de tus avances y te den ánimo para celebrar y continuar.
Planificar con la suficiente agilidad y flexibilidad para cambiar cuando las condiciones lo requieran. Planificar te permite avanzar poniendo el foco en lo importante, descartar lo sobrante y soltar cargas innecesarias cuando el camino se pone pesado. Una planificación rígida no dejaría espacio suficiente para adaptarte a las circunstancias y para disfrutar.
Avanzar con determinación y coraje. El espíritu de una aventura es avanzar siempre, adaptando el ritmo de avance según las condiciones del terreno recorrido. Combinar la audacia de gestionar el temor a lo desconocido con la prudencia esencial para protegerte te permite aprender y evolucionar. Esa combinación nos permitió la supervivencia como especie.
Entrenar con entusiasmo y disciplina. La práctica es clave para llegar a ser un experto. Estar lo suficientemente entrenado reafirma la autoconfianza e incrementa la posibilidad de superar adversidades con éxito.
Activar la creatividad para sortear obstáculos y evitar caer en la mediocridad. El mediocre termina por decir “lo hago así nomás” para sacarte rápido de encima lo que no disfrutás. Cada imprevisto en el camino es una oportunidad de poner a prueba y potenciar habilidades.
Perseverar y resistir la tentación de abandonar o desviarte del camino. Decir que no a lo que te aleja del objetivo y no aporta valor, aunque sea más cómodo y fácil. Albert Einstein decía que la genialidad es la capacidad de enfocarse en una sola cosa durante un largo tiempo sin perder concentración. El primer abandono siempre es el más difícil. Cuando abandonar se convierte en hábito nos lleva a rendirnos con facilidad.
Crear redes de colaboración y co-responsabilidad. En una aventura elegir los mejores compañeros de viaje asegura hacer más liviano el recorrido, potenciar habilidades, optimizar recursos y llegar más lejos.
Y lo más importante, una aventura es una experiencia que genera aprendizajes que nunca se olvidan porque es pura acción y emoción.
No todos los días serán de grandes aventuras, pero podés incluir ese espíritu en cada pequeño suceso diario.
Todos podemos elegir escribir una gran historia de vida, llena de sentido y pasión. En definitiva, como dice la frase Tu vida es lo que hacés con ella, una escuela, un campo de batalla o un parque de diversiones. Es tu decisión.
Empezá tu cambio para obtener resultados extraordinarios. Te regalo la primera sesión, para conocernos, valorar tu situación actual, responder tus consultas e informarte de mis servicios y el alcance del proceso.