Cuando no estamos satisfechos con nuestros resultados o no logramos lo que queremos reaccionamos buscando lo que se interpone en el camino, hasta llegar al punto en el que estamos convencidos de que no hay nada más por intentar y nos estancamos.

Hay una causa que afecta considerablemente nuestros resultados y que frecuentemente no vemos: NOSOTROS MISMOS.

Podés hacerte estas preguntas para averiguarlo:    

¿De qué manera estás contribuyendo al problema? 

Cuando las cosas se ponen difíciles, es habitual que en nuestra mente aparezcan preguntas tales como: ¿Quién “metió la pata”? ¿Quién es malo? ¿Quién está equivocado? ¿Quién debería hacerse cargo? No importa si no es tu culpa, si estás sufriendo o sintiéndote mal, deberías ser el principal interesado en resolverlo. Es importante que sepas que no somos responsables por nuestras circunstancias, pero sí de la manera en que las enfrentamos. Siempre tenemos la oportunidad de elegir entre la resignación, buscar excusas y culpables o hacernos cargo. Cuando nos separamos de los problemas culpando a otros no nos damos cuenta que nos quedamos fuera de escena y eso nos aleja de la solución.  Al responder esta pregunta te darás cuenta que, aunque sientas incomodidad, el solo hecho de reconocerte como parte del problema te devuelve el poder de ser parte de la solución. Te aseguro que tu mente automáticamente se enfocará en resolver, en buscar y encontrar nuevas alternativas.     

¿Cómo afecta tu manera de ser?

No vemos nuestra forma de observar la situación, de pensar, o la emoción desde la cual estamos accionando, tampoco nuestra actitud, creencias, excusas, ni forma de reaccionar ante determinadas personas o situaciones.  Es como un iceberg, solo vemos la parte que permanece a flote, que serían los resultados. Y nuestra manera de ser y hacer es la parte sumergida. Te aseguro que cada problema o dificultad es un “tesoro”, una oportunidad de aprendizaje y transformación. Si mirás en tu interior encontrarás la fuerza, el talento y los recursos necesarios para hacerte cargo. Además serás capaz de reconocer aquello que no está siendo suficiente aún para crear la realidad que deseas.  Así es posible iniciar un camino para aprender, buscar ayuda, gestionar los pensamientos y emociones que te estén limitando, liberarte de creencias, inseguridades y desconfianza, soltar lo conocido, arriesgarte y transformarte.   

Generalmente queremos lograr resultados extraordinarios y el secreto está en comenzar por transformarnos en la persona capaz de lograr esos resultados.

Necesitamos tomar el control de nuestra vida, hacernos cargo y sentirnos preparados para afrontar lo que sea que venga, prestando atención y enfocándonos en los factores en los que podemos influir, decidiendo y actuando con integridad y confianza.  Ser responsable de vos y tu vida requiere tiempo y coraje, y es la base que te impulsa a alcanzar tus sueños y a crear la vida que querés. ¿Cómo creas tu vida? ¿Cómo creas resultados extraordinarios en tu vida? Reaccionando o accionando a consciencia conectado con tu ser.    

Empezá tu cambio para obtener resultados extraordinarios. Te regalo la primera sesión, para conocernos, valorar tu situación actual, responder tus consultas e informarte de mis servicios y el alcance del proceso.