Cultivemos amor y respeto por la naturaleza. Cuidar el medio ambiente es honrar la vida y preservar nuestro único hogar.

Entrá en contacto con una práctica ancestral japonesa que te regresa a la naturaleza y puede mejorar tu vida: el Shinrin yoku, o “baño forestal”

Se trata de absorber el bosque con todos los sentidos: prestar atención a lo que vemos, respirar profundamente, sentir el contacto con el aire, sentir las texturas de las hojas o de las cortezas de los árboles, escuchar el viento entre los árboles, oír los pájaros, oler el aroma de las flores. 

Según estudios realizados por científicos japoneses los baños forestales bajan la presión arterial, fortalecen el sistema inmunológico, reducen las hormonas relacionadas al estrés y la incidencia de infartos.

Si no tenemos un bosque cerca podemos practicarlo yendo a un parque o plaza y relacionarnos con la naturaleza con todos los sentidos, esa puede ser la clave para conectar con nuestra esencia y sentirnos mejor. 

Para crear una paz interior lo más importante es la práctica de la compasión y el amor, la comprensión y el respeto por todas las formas de vida” Dalai Lama